Me gusta deslizar las palmas por las briznas
de hierba, inocente.
Encoger los dedos de mis pies descalzos en el
charco, ocasionado por una incipiente tormenta. Empaparme con ella, y que las
gotas recorran mis piernas.
Me gusta enredar las manos entre las briznas
de hierba, suave.
Relajar mi espalda y abarcar el momento, cerrar
fuerte los párpados, entornar la boca. Inspirar el olor salvaje y húmedo del
campo.
Me gusta agarrar con los dedos las briznas de
hierba, ansiosa.
Mojar mi piel entera, hundirme en la
confortable tierra. Despeinar mi cabello mientras se vuela con la tempestad del
viento.
Me gusta arrancar con las uñas las briznas de
hierba, exaltada.
Emitir un grito y que retumbe lejos, como un
eco, a lo lejos, a la nada, egoísta.
Y así me gusta,… así, amor. Así me gusta
cuando te guío a que explores el monte conmigo, mientras aprieto contra mí tu
cabeza.
Hola Eva, he estado ojeando tu blog, espero no te importe.
ResponderEliminarBueno todo sensualidad y romanticismo, yo también escribo pero lo hago de una manera menos sensual.
No te aburro mas, te seguiré leyendo.
Un saludo
Hola Jose Antonio!
ResponderEliminarMe alegro mucho que te haya atraído lo leído...
Gracias por comentar y leerme! :)
Un saludo!